La tecnología de cómputo móvil permite el trabajo en un campo, casi sin fronteras. Esto amplía el pensamiento al diseño de nuevas formas de control remoto, acceso a datos y comunicación. Esta corriente de diseño obliga a la concepción de dispositivos cada vez más pequeños y con la potencia requerida para hacer frente a esta tendencia. Se presentan así, nuevos desafíos de análisis y diseño, no sólo de las aplicaciones móviles sino también de los protocolos de comunicación, que organicen y hagan más eficiente estas tareas. El uso de dispositivos y la tecnología móvil convergen en el ambiente diario agilizando tareas diversas e inclusive formando parte en el aprendizaje de la persona.