Miguela era una joven adolescente de inusitada belleza y arrolladora personalidad, nacida en el verde monte santiagueño a principios del mil novecientos. Ella y su abuela convivían en un ranchito en contacto y armonía con la naturaleza, donde aprendió a amar esa tierra llena de peligros y secretos. Su otra pasión eran los libros que la transportaban a otros lugares, otras historias y a las maravillas que sabía que había más allá de su Santiago. También sentía una particular fascinación por el tren que se perdía en el misterioso horizonte. Y de sus sueños más alocados, imaginando a dónde iba y qué traería el tren, apareció él: Mike, el rubio irlandés que irrumpe en su mundo cambiándole la vida para siempre, transformándola en otra mujer. Con él conoció el amor total y también el dolor. "Ela" se hace fuerte, poderosa y vengativa ante los sucesos descontrolados que devendrían. Él transformó su mundo bucólico en un valle de dolor pero a la vez de fuerza revitalizadora engrandeciéndola. El recuerdo constante de ese amor que nunca pudo olvidar la convirtió en una de las mujeres más poderosas del país. Sus muchas vivencias la llevarían a transformar todo su mundo.