El año 2005 un equipo de profesionales de la Universidad de Los Lagos, Campus Osorno, se adjudica un Proyecto del Ministerio de Educación chileno, cuyo objetivo fundamental era detectar las competencias transversales para el aprendizaje - también llamadas competencias básicas y/o competencias para la vida- que poseían los estudiantes que ingresan a la Enseñanza Superior. Es así que se evalúa la cohorte que ingresó ese año a todas las carreras de Pre Grado de la Ulagos, en las áreas de comprensión lectora, razonamiento lógico matemático, hábitos de estudio, relaciones interpersonales y estrategias de aprendizaje. Los resultados obtenidos mostraron un déficit considerable en la mayoría de los estudiantes, en cuanto al nivel de integración de las mencionadas competencias. Las autoridades superiores solicitan, por tanto, al mismo equipo de especialistas, que elaboren un Plan de Intervención que fortalezca en los estudiantes iniciales las habilidades detectadas como deficitarias. Nace, de este modo, el Programa de Fortalecimiento de Competencias Transversales para el Aprendizaje, de cuya génesis y evolución da cuenta el presente texto.