Se describe una tipología de trayectorias que se propician cuando la organización escolar y los estudiantes trabajan bajo un sistema cooperativo en el que ambos logran el objetivo común de titulación. Mientras que la Universidad otorga títulos para demostrar su eficiencia, el estudiante acude a la universidad para recibir una formación y como evidencia un título, es el motivo que los mantiene trabajando juntos. La organización escolar procurará ir marcando o conduciendo las decisiones del estudiante sobre su trayecto escolar que le permiten configurar su ruta de formación, en el marco de un conjunto de lineamientos (reglas), establecidos por ésta. Mientras que el estudiante buscará su satisfacción que no siempre coincide con lo que la institución le ofrece, por lo que buscará generar caminos alternos (tipos de trayectorias), los cuales son vistos por la institución como una disfunción. La forma en la que el estudiante y la organización deciden es explicada por el modelo de racionalidad limitada, generalmente por la información y la necesidad de responder a cuestiones emergentes cuyo tiempo de respuesta es limitado.