La motivación principal de este estudio se debe al deseo de ofrecer un merecido reconocimiento a nuestros mayores. Mi admiración por este colectivo comenzó ya desde niña. El hecho de casi nacer y criarme en centros de mayores bajo la dirección de mi madre, su compromiso y amor por ellos, trasladó en mi sangre un especial respeto e interés por las personas mayores. Su calidad de vida ha sido nuestra prioridad desde entonces. Aportarles de medios útiles y saludables en el transcurrir de sus vidas supone un esfuerzo, a la vez que una satisfacción. El ejercicio físico es importante para prevenir el desarrollo de enfermedades crónicas degenerativas, debiendo dar respuesta a las necesidades, actitudes y preferencias de cada persona. Pero los mayores demandan, al igual que los jóvenes, de actividades novedosas. De este modo, el entrenamiento vibratorio, dada su facilidad de uso y efectividad en los sistemas corporales, se presenta como una opción de ejercicio para proporcionar un envejecimiento saludable. Este es un reto para todo aquel que quiera enfrentarse al mismo. Por lo tanto, asumimos dicho reto a favor de aportar más vida y mejor a los que en su momento la dedicaron a nosotros.