En la década de los 90 se comenzó a estudiar la interacción existente entre las infecciones orales y el embarazo, obteniendo resultados que llevaron a proponer a la enfermedad periodontal como factor de riesgo para partos prematuros y lactantes con bajo peso al nacer. Esto debido a que durante el embarazo, infecciones de diversa índole pueden alterar el normal transcurso de éste, e incluso alterar la integridad normal del feto. Desde ahí en adelante se han desarrollado un sinnúmero de investigaciones que confirman esta hipótesis, por lo que estudiar las variables de esta problemática, desarrollar programas preventivos, técnicas de tratamiento y control de esta enfermedad, se ha vuelto fundamental en los sistemas de salud mundial, sobre todo en nuestro país, donde la prevalencia de enfermedad periodontal en la población chilena es significativamente alta, por sobre el 90% en personas mayores de 35 años, según el Análisis de situación Salud Bucal realizado por el Ministerio de Salud el año 2007.