La vegetación tiene una interesante influencia en la vida de los seres humanos, brindándonos luz y sombra, calor, sonido y olores. Tiene una intervención funcional, esto es debido principalmente a sus excelentes cualidades aislantes resultante de la combinación de plantas y una capa de tierra, que en climas fríos retienen el calor dentro del edificio, y en climas cálidos ayudan a mantener el calor fuera. El ser humano mantiene un equilibrio térmico a través de mecanismos reguladores internos que permiten conservar su temperatura basal (del cuerpo) en 37 ºC con pequeñas variaciones, de 0,5 ºC alrededor de este valor, según los individuos. Las alteraciones a esta temperatura provocan trastornos de tipo fisiológico que mientras no alcance límites superiores a 39 ºC o inferiores a 34 ºC, no implican trastornos graves a la salud de la persona. La utilización de jardines pasivos construidos con varias plantas permite una recirculación de aire adecuado, reduciendo el efecto de calor, produciendo oxígeno y aportando una mejor estética al ambiente laboral.