La atención a la infancia de cero a seis años, en Brasil, tiene una historia de poco más de 100 años, pero a poco menos de 20 años se ha reconocido su carácter educacional, principalmente a la edad de cero a tres años. La Constituição Brasileira (Brasil, 1988) establece la responsabilidad del Estado en esa etapa educativa; el Estatuto da Criança e do Adolescente (1990) corrobora esa responsabilidad, apuntando dónde deberá ocurrir tal servicio. Ya en 1996 la Lei de Diretrizes e Bases da Educação Nacional - LDB - expone que la educación infantil es la primera etapa de la educación básica (Brasil, 2002). La integración a los sistemas de enseñanza de los Centros de Educación Infantil (CEI) , que históricamente eran considerados como de amparo y asistencia, no es una tarea fácil en el sistema oficial de educación. Para que se pueda proporcionar a la infancia una situación que permita que los estudiantes tengan un desarrollo adecuado es fundamental que los educadores perciban sus prácticas considerando una nueva perspectiva. Para eso el RCNEI (BRASIL, 1998a) considera el educar como una acción más amplia de educadores, incluyendo, en ese quehacer, las dimensiones del cuidar y del jugar.