Para el jurista contemporáneo, reflexionar sobre los derechos de las personas que integran la sociedad, así como de los postulados o axiomas que deben guiar la actuación de abogados, jueces, fiscales o asesores legales constituye un deber ineludible. El ciudadano común, que no es profesional del Derecho, espera del operador jurídico su contribución para poder comprender y acceder ante las autoridades para realizar, conforme a Derecho, sus peticiones.Esta obra obedece a ese propósito, al deber que le impone la ciudadanía a los profesionales formados en las universidades de socializar los saberes, las experiencias, así como alertar a las personas sobre sus derechos, como expresión de solidaridad y apoyo a los valores más anhelados por el hombre. Las intensas contiendas libradas por las personas durante el desarrollo histórico de la humanidad, se reflejan hoy en los derechos humanos constitucionalizados y refrendados en el ordenamiento jurídico.