Rafael, al que todos llaman Felo, regresa a su pueblo de origen para asistir a las fiestas tradicionales de este, que tienen lugar los últimos días del año, hasta el amanecer del día primero. Allí se reunirá con los amigos de toda la vida, que han tomado diferentes caminos y comenzarán las travesuras por toda la fiesta. La complejidad de las relaciones humanas, el amor recurrente y su trascendía en el tiempo; la alegría de vivir, la amistad y los conflictos espirituales del hombre, agudizados por un siniestro fortuito que podría destruir el pueblo, en el que los personajes se ven involucrados. Enmarcado en un escenario que las dificultades económicas y sociales generan divergencias políticas, donde no están permitidas, amenazan la amistad de estos a través de la injerencia de los poderes del estado en la vida de las personas, esta vez persiguen a Rafael. La solución de los conflictos y el monólogo interior en la revisión del donde se desarrolla la historia, la fuerza del pasado en la construcción del presente y la visión del tiempo laten al compás de la trama. Una historia de ficción donde ningún personaje es real. Estas fiestas existen, en muchos pueblos, como un fenómeno cultural arraigado, en una isla que flota en el mar, a la deriva y perdida en el tiempo. La forma de vivir, las tradiciones y la manera de actuar en las relaciones sociales presentes en la obra son reales y vivas también.