La difusión de la información y de la comunicación, así como las transformaciones económicas, técnicas, organizativas y de producción, consecuencia de la globalización, han producido un cambio en las dos partes de la relación laboral. Por una parte, las empresas han modificado su estructura tradicional con el fin de conseguir una mejor adaptación al nuevo entorno. No en vano una entidad productiva más flexible y descentralizada es más competitiva y responde con más agilidad a las exigencias de un mercado global. Por otro lado, la figura del trabajador típico, a quien el Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social ha dedicado tradicionalmente su atención como sujeto contractual más débil, pasa a ser más vulnerable y a estar menos protegido, máxime en los momentos actuales de crisis económica y de escasez de empleo. Así, el libro relata, por un lado, los cambios ocurridos en la estructura de las empresas, en la búsqueda por aumentar los lucros y disminuir los encargos laborales y,de otro, explica de qué forma estas alteraciones empresariales repercuten sobre los derechos de los trabajadores y para el aumento del trabajo precario.