Este libro explora el papel de los Asistentes de Codificación Basados en Inteligencia Artificial, con un enfoque en Gemini, en el desarrollo de software, evaluando su impacto en la eficiencia y calidad del código en comparación con programadores humanos. A través de una serie de desafíos de programación de diversa complejidad y utilizando la plataforma de evaluación OmegaUp, se analiza el rendimiento de Gemini y los programadores humanos mediante métricas cuantitativas, como uso de memoria, casos de prueba resueltos y tiempo de procesamiento. Los hallazgos revelan que, si bien Gemini logra un desempeño similar al de los humanos en tareas de baja complejidad, los programadores superan notablemente al asistente en problemas más avanzados. Esto subraya las limitaciones de Gemini en contextos complejos, destacando que su verdadero valor radica en facilitar tareas menos exigentes, como la generación de documentación y la explicación de códigos. Una lectura esencial para entender cómo las herramientas de IA pueden complementar, pero aún no reemplazar, el ingenio humano en el desarrollo de software.