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Antes del descubrimiento de los rayos X en 1895, ya existían determinados puntos y planos craneofaciales que permitan para hacer mediciones antropológicas con el fin de determinar y clasificar las características de género y edad de los restos humanos encontrados. Desde 1780 se cuenta con registros de utilidad en cuanto a la localización de puntos, estructuración de planos y medición de ángulos craneofaciales. La mayoría de los análisis cefalométricos evalúan las dimensiones que tienen al unirse diferentes puntos para formar líneas y ángulos, aún cuando hay gran variedad de éstos en la…mehr

Produktbeschreibung
Antes del descubrimiento de los rayos X en 1895, ya existían determinados puntos y planos craneofaciales que permitan para hacer mediciones antropológicas con el fin de determinar y clasificar las características de género y edad de los restos humanos encontrados. Desde 1780 se cuenta con registros de utilidad en cuanto a la localización de puntos, estructuración de planos y medición de ángulos craneofaciales. La mayoría de los análisis cefalométricos evalúan las dimensiones que tienen al unirse diferentes puntos para formar líneas y ángulos, aún cuando hay gran variedad de éstos en la literatura, que cuentan con normas establecidas y algunos puntos de localización que se comparten en la cefalometría, se ha demostrado en informes previos la constancia de los mismos en proyecciones radiográficas tales como la cefalografía o proyección lateral, postero-anterior y panorámica.
Autorenporträt
Médico Estomatólogo egresado de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, Especialidad en Ortopedia Funcional de los Maxilares por la Universidad de Cruzeiro do Sul. Colaborador Académico del Depto. de Odontopediatría Pregrado UASLP. COAUTORES: Jaime Francisco Nava Calvillo, María Guadalupe Onofre Quilantán