Estos poemas están escritos en su inmensa mayoría justo al despertar cada domingo. Atrapar la primera sensación al abrir los ojos, e incluso a veces, enlazando con la última escena del sueño. Despertares son emociones libres, como niños corriendo a la salida del colegio. Son abrazos a aquello que nos envuelve en la mañana, plasmándolo en versos, en la música de las palabras. Despertares es la primera mirada, el primer beso, la caricia a la luz que entra por la ventana, el deseo de perpetuar aquello que acontece aquí, en el presente, es la vida que habla.