El primer poema que leí fue a los ocho años, la primera carta de amor que redacté fue a los nueve. Creo en el amor romántico, detallista, amable y responsable, basta de esos discursos antiguos de hoy soy malo porque ayer lo fueron conmigo. No sigas estigmas, sé tan natural como la carcajada que sale de tu boca cuando estás feliz, o esa palabra de rabia en momentos incómodos, expresar es el único camino para poder entendernos. El mayor acto de rebeldía y revolución en mi vida ha sido ir en contra de todo aquello que me ha marcado , recordando mis valores, olvidando los rencores y teniendo siempre presente que todo va cambiando. Samuel Antonio Díaz Chirinos