La Policía Nacional de Colombia, como garante de derechos y libertades por su misionalidad constitucional ha afrontado el fenómeno de la guerra por parte de los grupos armados ilegales durante más de medio siglo, ocasionándose una naturalización de la violencia para toda una sociedad, ahora tras la firma del fin del conflicto en Colombia se plantea un panorama expectante en muchos aspectos y un desafío para la Institución en la reconstrucción y la reconciliación, si se tiene en cuenta que policías uniformados también son víctimas y que estos deben aportar con su trabajo a la construcción de la paz, sin que los hechos vividos se conviertan en un obstáculo para la prestación de su servicio.