Parlamento de Quillín de 1641. El tema abordado en el presente ensayo, constituye una valiosa lección cívica y humana, jurídica y antropológica,observable en el glorioso Parlamento en mención. Allí, por ese acto solemne se demuestra, se comprueba y se establece en Chile, desde esa fecha, la gran verdad de la unidad esencial de la condición humana universal. Pues españoles y mapuches, dos razas distintas, dos culturas distintas, dos lenguajes distintos y en distintos grados de civilización; sin embargo, ambos responden por igual a los principios valóricos superiores como son:"La justicia,la libertad responsable y la común conciencia de la Divinidad". Encontramos así una sorprendente convergencia histórica respecto al aporte del judeo-cristianismo y el aporte del Derecho Romano a la presente civilización.Por eso se puede decir:"No es el hombre el criterio del bien y del mal, no es el pueblo el criterio de lo justo y lo injusto,tal criterio es la Ley Natural de la Conciencia",siguiendo a Cicerón.