El suelo es un sistema complejo formado por partículas sólidas orgánicas e inorgánicas, aire, agua y microorganismos. Estos elementos conocidos como fases gozan de gran interacción, debido a la enorme cantidad de reacciones químicas que sufren por ejemplo: aire y agua intemperizan las partículas sólidas y los microorganismos se encargan de catalizar muchas de estas reacciones. Con base en la información sobre la composición, propiedades y reacciones químicas que ocurren en el suelo se pueden aclarar problemas relacionados con la fertilidad y nutrición vegetal. Los resultados de los análisis físico-químicos permiten clasificar a los suelos en sus diferentes grupos y servir como base en la planificación del desarrollo agrícola, ganadero y forestal.