Los adelantos tecnológicos y las nuevas necesidades del televidente han reconfigurado el hábito de consumo de la televisión. Hoy el televidente es un usuario cliente que puede ver televisión de forma individual y que ha reemplazado la sala de estar por espacios privados donde combina el uso de otras tecnologías. ¿Qué cambios han surgido en la acción de ver contenidos de televisión y cómo se configuran las nuevas relaciones de dominación entre el televidente y este medio de comunicación? En el paso de una sociedad moderna a una sociedad posmoderna y globalizada, la televisión deja de ser un medio de comunicación unidireccional y se convierte en uno bidireccional. El televidente se individualiza frente a su entorno familiar y su pasividad es desplazada por esta interactividad. El nuevo televidente puede convertirse en el receptor, productor y emisor de los programas que desea ver. Por tanto, la televisión no muere sino desaparece la dictadura de la televisión. Surge, entonces, un televidente usuario cliente que utiliza la televisión como una herramienta para satisfacer sus preferencias individuales y hábitos en el consumo, y que elige como mercancía el contenido televisivo.