Esta obra refiere a la música, en particular, a la experiencia musical, entendida como una travesía que deja huella , como un hacer musical colectivo, práctica artística y herramienta social. La obra invita a que el lector penetre el mundo de la práctica musical colectiva y pueda compartir el sentido siempre esquivo, aunque apasionante de una práctica que conjuga arte con procesos individuales y sociales que exceden lo específico musical y que, a la vez, lo enaltecen, lo valorizan y revalorizan desde una perspectiva esencialmente humana. Producto de dos investigaciones realizadas en el ámbito universitario argentino, la obra propone un espacio de reflexión para educadores, profesores, investigadores, intérpretes ligados a la música, su práctica y su enseñanza. A la vez, a quienes desde la gestión puedan promover renovadas políticas públicas educativas, culturales y/o sociales. También para educadores que se propongan un cambio profundo de las perspectivas pedagógicas en el siglo XXI y para la comunidad en general, porque la práctica musical colectiva genera experiencias que afianzan el lazo social, facilitan el diálogo intergeneracional y contribuyen al desarrollo humano.