La presencia de los deberes y su envío en general es bien recibido por los niños, sobretodo en los primeros grados. Además, la tarea es una de las herramientas que ayudan a los maestros a demostrar en casa lo que se ha trabajado en el aula. Por el contrario, hay que reconocer que el enviar deberes por enviar tampoco es el objetivo. Tareas sencillas con consignas entendibles por los niños y que tengan una utilidad real para el desarrollo de la clase y la reafirmación del conocimiento es a lo que se apunta. El equipo de trabajo de la institución en donde se trabaje incluye no sólo a la institución, sino a las familias, a los padres y sobretodo a los alumnos quienes son los que se llevarán el aprendizaje más grande, el de conocer, saber y entender su trabajo, el de los demás y el del mundo para el que se están preparando.