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Somos un grupo de docentes, ya jubiladas, que diez años después de haber participado en una experiencia pedagógica de Escuela No Graduada, en Quilmes, pudimos verla como un objeto de estudio, analizando sus debilidades y fortalezas, comprendiendo la importancia del trabajo realizado. Escribimos con el objetivo de transmitir una experiencia que para nosotras fue y es muy valiosa, y creemos que puede ser tomada como referencia para otras y otros docentes. Fue valiosa porque mejoró nuestra práctica docente, porque nos obligamos a estudiar y a repensar colectivamente, a ver la escuela como un…mehr

Produktbeschreibung
Somos un grupo de docentes, ya jubiladas, que diez años después de haber participado en una experiencia pedagógica de Escuela No Graduada, en Quilmes, pudimos verla como un objeto de estudio, analizando sus debilidades y fortalezas, comprendiendo la importancia del trabajo realizado. Escribimos con el objetivo de transmitir una experiencia que para nosotras fue y es muy valiosa, y creemos que puede ser tomada como referencia para otras y otros docentes. Fue valiosa porque mejoró nuestra práctica docente, porque nos obligamos a estudiar y a repensar colectivamente, a ver la escuela como un espacio de compromiso transformador de la realidad de todos y todas, de los docentes, de los chicos y de la comunidad. También escribimos porque estamos felices de haber podido desarrollar el proyecto durante más de quince años, en una escuela primaria común, estatal, del conurbano profundo, donde la inclusión fue posible en el sentir cotidiano de los y las estudiantes, reforzando el "yo puedo" , y siendo capaces de afianzar sus fortalezas y desarrollar sus potencialidades. Un proyecto que fue capaz, desde la educación formal, de desarrollar prácticas de educación popular como parte fundante, sin contradecir los principios de la educación formal. Aún hoy tenemos la profunda convicción de que la educación formal debe ser popular. Desde la construcción colectiva, los y las docentes, las y los chicos y la comunidad toda, generamos un sentimiento de pertenencia a la escuela. Un pensar la escuela desde un lugar de desarrollo del conocimiento democrático, participativo y de libertad. No podemos dejar de hacer mención a los cambios políticos que se sucedieron durante el transcurrir de esta experiencia, modificaciones estructurales y curriculares. Estamos convencidas de que si pudimos sortearlas y sostener el proyecto, fue posible porque muchas voluntades se comprometieron en el quehacer cotidiano, con el presente y futuro de nuestros estudiantes y con el orgullo de ser trabajadores y trabajadoras de la educación.