La investigación de nuevas técnicas de combate de insectos de interés económico tiene una importancia crucial. Por una parte porque los insectos perjudiciales destruyen una porción importante de los cultivos agravando la crisis que tantos agricultores padecen, y por otra porque permiten desarrollar compuestos insecticidas que ofrezcan menos riesgo de contaminación al ambiente y desbalance de los ecosistemas naturales. Entre los cultivos que utilizan mayor cantidad de compuestos insecticidas se encuentra el algodonero que por sus características de prolongada vegetación y fructificación, es atacado por numerosas plagas insectiles en distintos momentos del ciclo, afectan negativamente su rendimiento, calidad de fibra y semillas. Constituyen uno de los principales factores limitantes para una buena producción. Entre las plagas de mayor relevancia para este cultivo está la chinche tintórea del algodonero Dysdercus spp.