La angustia es un dato de la clínica, se hace presente en la clínica atinente a la Salud Mental inevitablemente. El sujeto humano, enfrentado a sus límites biológicos, sociales, afectivos, se angustia. Puede afirmarse que cualquier integrante del Equipo de profesionales que aborda el estudio y tratamiento de las enfermedades mentales se encontrará, mas temprano que tarde, con esta problemática que surge en la atención de los pacientes. En tanto el deseo es una vía de realización subjetiva, la angustia es señal de su impedimento, de su obstrucción. También el estado angustioso puede otorgar una posibilidad de reflexión, de reformular lo que se ha hecho, el modo en que se piensa y se actúa, por lo que la angustia como síntoma merece estricta atención y cuidado, una escucha atenta y prolija en función de develar sus eventuales causalidades. Es posible darle cabida a la angustia en las instituciones públicas asistenciales, para incluirla en un dispositivo terapéutico que por medio dela palabra la conduzca, la transforme, en dirección hacia la perspectiva del deseo de cada uno.