Numerosas experiencias demuestran que la violencia en sus múltiples facetas desestabiliza la estructura gubernamental de los países que la padecen, obstruyendo su camino democrático y desarticulando fatalmente a sus sociedades. Las prácticas antidemocráticas y de intolerancia llevadas a cabo por el chavismo y la oposición hicieron necesaria la intervención de la Comisión Tripartita. Su objetivo principal fue asistir a las partes a retomar el diálogo para resolver sus diferencias de manera pacífica. En agosto de 2004, tras un año de iniciado el proceso revocatorio, se celebró el Referéndum presidencial, confirmando a Hugo Chávez en el poder. En la actualidad, aunque los motivos de la crisis se encuentren lejos de ser superados, Venezuela adquirió a lo largo de este proceso de aprendizaje, una serie de herramientas que le posibilitan fomentar una salida constructiva a su conflicto.