Luego de su jubilación, Julia Bertesaccker se quedó sola. Nadie la tenía en cuenta. Nadie se interesaba por su delicado estado de salud. Nadie se acordaba de su existencia. O quizás alguien sí, pero era alguien sin buenas intenciones. «Me lo merezco. Me lo merezco... ¿Me lo merezco?»
Dieser Download kann aus rechtlichen Gründen nur mit Rechnungsadresse in A, B, BG, CY, CZ, D, DK, EW, E, FIN, F, GR, H, IRL, I, LT, L, LR, M, NL, PL, P, R, S, SLO, SK ausgeliefert werden.