Debe precisarse la postura epistemológica al respecto de la cotidianidad: es lo que acontece en el transcurso de vida de cada persona, colectividades y entornos, siendo lo que todo ser humano encuentra para vivir y practicar sus experiencias. Por lo tanto, se hace referencia a la cotidianidad que es práctica y conocimiento en el mundo de las interacciones humanas, durante los procesos de convivencia, relaciones y existencia de toda persona. Este es el mundo cotidiano en el cual los individuos están presentes cada momento y cada día, siendo estos mundos y universos que pueden ser conceptualizados por la teoría. Para el caso de las ciencias sociales, parte de los investigadores sociales se han dado a la tarea de comprender y ubicar la cotidianidad para explicarla discursivamente en forma de concepto, a fin de reconocerla, observarla, analizarla e interpretarla dentro de las posibilidades de los marcos teóricos que generen. Sin embargo, la cotidianidad de las interacciones humanas sigue sus caminos en el mundo de las prácticas sociales, en los cuales continuamente se llevan a cabo procesos distintos a los definidos por delimitaciones discursivas, en este caso, la teoría misma.