El tratamiento de las úlceras vasculares presenta en muchos casos una evolución tórpida con tendencia a cronificarse. Actualmente, no existe un tratamiento único y efectivo para su curación. Se ha observado que un grupo de pacientes con este tipo de úlceras no responden de forma adecuada a los diferentes tratamientos sintomáticos disponibles y sufren un alto grado de dolor, discapacidad y merma en su calidad de vida. El fármaco tópico más utilizado para el manejo del dolor es la crema anestésica EMLA (prilocaina + lidocaina, 1:1) pero se desconoce el impacto de ésta en la cicatrización de la úlcera. Sevoflurano es un fármaco seguro y es el único anestésico halogenado susceptible de ser aplicado directamente sobre el lecho ulceroso con muy buenos resultados tanto en el manejo del dolor como de la cicatrización.