El presente libro es el fruto de varios años de trabajo y experimentación en escuelas primarias rurales enclavadas en comunidades en las que existe un número pequeño de familias. Las limitaciones para el desarrollo de actividades culturales, lleva a la búsqueda de soluciones que a partir de la autogestión, permitan encontrar vías que faciliten incorporar a las más diversas fuerzas sociales de las comunidades rurales, no solamente a la actividad sociocultural en la comunidad, sino también al proceso pedagógico que se desarrolla en la escuela, a partir de acciones conjuntas, consensuadas, que permitan contar con los recursos humanos y materiales que garanticen el adecuado desarrollo del mismo. En tal sentido, la comunidad rural es un espacio educativo, en que se implican todos: padres, vecinos, personas que provienen de otras instituciones y organizaciones masivas, como fuerzas confluyentes, que favorecen el intercambio de aprendizajes en función de las necesidades socioeducativas mutuas, es decir, las necesidades propias del proceso pedagógico que se lleva a cabo en la escuela primaria rural y las necesidades que desde lo educativo y cultural tienen los miembros de la comunidad.