Rawls enfatiza en la necesidad de construir una pauta de distribución equitativa de las ventajas y desventajas provenientes de la cooperación social, que permita disminuir las desigualdades sociales y naturales sin menoscabar la libertad individual, tomando como precondición una distribución de bienes primarios; distribución que debe ser motivada por principios racionales elegidos a partir de un mecanismo de representación inicial. Pero quedan planteadas, desde su perspectiva teórica, al menos desde la primera versión de la Teoría de la Justicia, algunas fisuras, en lo que tiene que ver con la instrumentación o viabilidad de su teoría en marcos sociales más amplios; esto es, sociedades no ordenadas . Fisuras entre las que cabe destacar la dificultad de elegir una lista o índice de bienes primarios sin menoscabar la autonomía de las personas. En otras palabras, permitirle a los sujetos morales que escojan ellos mismos sus propios medios, pues el elegir una tabla teniendo como fundamento un individuo representativo, es caer en la crítica que se hace al utilitarismo por no considerar seriamente las diferencias individuales.